jueves, 30 de abril de 2009

Seleccionando un método musical

http://metodoaudiobec.tripod.com/id3.html

http://www.monografias.com/trabajos13/audio/audio.shtml


Método Audiobec ©: Seleccionando un método de enseñanza musical

Tal vez sea esta la primera pregunta que debería hacerse al abordar un proyecto musical. Para ello debe tener en cuenta las expectativas de la administración, de los padres, de los alumnos quienes finalmente posibilitarán el hacer realidad dicho proyecto o no.
De acuerdo a la experiencia adquirida durante estos años, la diversidad de métodos musicales es tal que decidirse por uno, enfrenta a los docentes de música a dicotomías sin sentido, algunas cuya selección se hace con base en lo difícil que sea la pronunciación del nombre del mismo más que las metas que persigue el mismo.

Partimos del hecho que un método es el conjunto de técnicas y estrategias empleados para lograr un objetivo, definiendo el camino a seguir al que llamamos procedimiento o protocolo. Se ha preguntado si el método que emplea para la enseñanza de la música realmente lo está acercando a la meta propuesta?.

Muchos docentes aseguran estar siguiendo un método musical cuando su procedimiento se limita al montaje musical que el método propone. A un método no lo define el repertorio que propone sino el procedimiento que sustenta. Por interpretar 4 o 5 obras o tal vez todas las obras musicales del libro No.1 del método musical Suzuky para violín no significa que esté aplicando el método mencionado en las clases de música. Nada más lejos de la realidad que esto…
No se engañe y no faltemos al respeto al autor de la ayuda didáctica aquí mencionada: es posible que lo planteado en este documento genere controversia, pero si le cuesta creerlo, pregúntese si usted realiza las clases de violín tal y como las describe su autor, en donde involucra al padre de familia durante la misma, en donde se repasan una a una todas las obras musicales que hasta la fecha han sido estudiadas?... por nombrar solo algunas; eso es realmente seguir el método Suzuky, si no es así se está engañando y engañando al alumno y a los padres de familia
Usted cree estar aplicando el método audiobec©, pero si hizo un estudio de factibilidad, y con base en el procesamiento de los datos obtenidos no elaboró una propuesta pedagógica coherente y pertinente a la institución en la que pretende hacerlo, entonces usted no está aplicando el método audiobec©… no se engañe. Si usted dice que aplica el método Orff y no utiliza su instrumentación, ni sus propuestas pedagógicas para abordar el lenguaje musical entonces no están aplicando el método Orff.

Para iniciar este discurso podríamos decir que un método musical está hecho para que responda a las necesidades de la generación que lo necesita, es así como el kodaly, el Orff, El cromático etc… cada uno se contextualiza históricamente, socialmente, pedagógicamente a las necesidades que plantea cada generación.

Para nadie es un secreto que el método Suzuky fue la respuesta para la generación que pedía la oportunidad de aprender rápidamente, fácil y con niveles estandarizados universalmente en la interpretación del violín en la post-guerra; después el equipo de investigación quiso extenderlo hacia otros instrumentos musicales. El método se ha adaptado tan bien a otras generaciones que aún es vigente.

Si el método musical elegido no es satisfactorio para un grupo de profesionales no significa que sea malo, sin embargo tampoco significa que sea el mejor. El método musical elegido debe responder a su:


1. Contexto institucional: una de las exigencias de los claustros educativos en materia de proyectos musicales, es que no sean costosos, ni eternos para alcanzar sus logros, suficientemente motivantes, y que respondan exitosamente a un liderazgo local, regional o nacional.
2. Contexto estudiantil: las comunidades estudiantiles son susceptibles a la moda, a los cantantes de turno, al interés colectivo (a los niños les gustaría más aprender a tocar guitarra como Juanes, que la Tuba y aquí no hay un ícono social y artístico que imitar.). Según la región colombiana, los intereses varían, por un grupo vallenato (Valledupar, Montería,) una orquesta tropical (Cali, Barranquilla), una tuna, una estudiantina (Bucaramanga, Tunja), pero que piensan los estudiantes de la generación actual, al respecto?... estarían dispuestos a apoyar tal proyecto?; porque no podemos olvidar que son ellos los que le darán vida a lo que nos proponemos y sin ellos, no tiene sentido escoger método o hacer proyecciones.
Después de investigar cuales son los intereses de la comunidad estudiantil, existe algún método musical que lo lleve o por lo menos lo acerque a tal expectativa?.-.. los hay… claro que los hay!.

Literalmente no estoy de acuerdo en que se siga un contenido programático ya hecho, construya el suyo de acuerdo a las necesidades de la institución en la que piensa realizar el proyecto orquestal. Otra cosa es que hay una serie de conceptos básicos y universalmente estandarizados para que un estudiante en una edad (X) domine y conceptualice. La IBO (Organización de Bachillerato Internacional, el SACS (asociación de colegios bilingües del sur), de quienes hice parte, trabajan estos estándares y permiten que ese estudiante en determinado caso pueda cambiar de colegio y se inserte al ritmo académico que lleva su segundo colegio, pues sus conceptos están estandarizados universalmente.


3. Eficiencia: el método debe responder al concepto de la eficiencia: y no se confunda esto con la eficacia que es diferente. En mi primer discurso sobre el método audiobec©, el tema se trató sin embargo lo haré una vez utilizando un punto de vista diametralmente distinto.


Para empezar, diré que personalmente la pedagogía desde el área comercial, es la forma correcta de hacer la venta de una idea (s) certera y contundentemente, sin contemplar devoluciones o indemnizaciones por entrega en mal estado. No es un chiste es una realidad: el docente es un vendedor de ideas, y su venta es exitosa siempre y cuando el alumno haya podido capitalizar el concepto, definirlo y enmarcarlo en un ejemplo cada vez que se requiera.

Ahora si queremos ser coherentes con las tendencias pedagógicas de hoy, donde las competencias (el saber ser, saber hacer y saber saber) son las directrices de la enseñanza en la primera década del siglo XXI, debemos decir que la venta de la idea ha sido satisfactoria en la medida en que ese estudiante sea capaz de aplicar la idea en la vida diaria, encontrándole funcionalidad, utilidad, es cuando definimos que el alumno se apropió del “saber hacer” (filosofía SENA 2009).

Esp. JOSE ANTONIO BECERRA ABRIL
Audiobec Learning Center

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